lunes, 27 de abril de 2015

Comunicado del FUS ante el contrato colectivo universitario

PROYECTO II CONTRATO COLECTIVO ÚNICO DE LOS TRABAJADORES Y
TRABAJADORAS DE LA UNIVERSIDAD VENEZOLANA

COMUNICADO

El 15 de abril de 2015, mes llamado por la mayoría de los venezolanos, y con razón, abril de rebeldía, es una fecha de hondo significado y regocijo para el personal docente, administrativo y obrero de todas las universidades venezolanas de carácter público y, de igual manera, para quienes conformamos el Frente Universitario Socialistas (FUS) Táchira, adscritos todos al Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.

Ocho federaciones y los sindicatos no federados, todas como uno sólo, con elevado espíritu de unión y de integración, convergieron sus esfuerzos e ideales laborales, y consignaron ante el Ministerio del Poder Popular del Trabajo el II Proyecto de Convención Colectiva que regirá la relación de trabajo desde el 01 de enero de 2015 hasta el 31 de diciembre de 2016.


Necesario decirlo y recordarlo, este histórico hecho acaeció dos días después de la celebración de la gesta heroica cívico militar, del 13 de abril, que hizo cenizas el último golpe de Estado oligárquico e imperialista, consumado oprobiosamente por horas en Venezuela, y el regreso cuasi milagroso del comandante supremo Hugo Chávez Frías. Los trabajadores y trabajadoras, los jubilados, pensionados y sobrevivientes universitarios inspirados por el abril rebelde y revolucionario, hicieron realidad el anhelado propósito, que sólo se da en un Estado democrático, social y de justicia.

La II Convención Colectiva consignada es la segunda que surge desde la publicación en Gaceta Oficial de la Constitución de 1.999 y se refunda nuestra República. Es la primera durante la vigencia, novedosa y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores, reconocida por las
universidades y pueblo trabajador del mundo, quienes con asombro admiten ser una de las mejores” del Planeta.


El Proyecto de la II Convención Colectiva recoge de magistral manera el espíritu y propósitos de la normativa constitucional laboral, que sólo en una sociedad democrática participativa y protagónica, como la nuestra, puede ocurrir y ocurrió.

Este importantísimo instrumento legal se distingue por la inclusión de todos y todas quienes prestan y prestaron servicios en las casas de las luces y los saberes, centros cuya naturaleza y razón de ser es garantizar al pueblo, al Estado y a la sociedad venezolana, respuestas asertivas hacia la resolución de
las dificultades y promover la más amplia suma de propuestas, fruto de los trabajos de investigación y científicos. En el tiempo necesario esas respuestas deben apuntalar la edificación del proyecto de país contenido en la Constitución Bolivariana; el Proyecto Simón Bolívar y demás leyes de la República, cuya dirección y sentido es el logro de la independencia definitiva; el Socialismo Bolivariano del siglo XXI, que entre otras expresiones se caracteriza por la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política; coadyuvar a convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, en lo económico y en lo político e igualmente a la región latinoamericana y caribeña; contribuir al desarrollo y el empoderamiento de un mundo multicéntrico y multipolar; preservar la vida y la salvación de la especie humana.

El Proyecto de la Segunda Convención Colectiva tomó en cuenta la realidad de los servidores públicos universitarios en su línea cronológica, pasado, presente y futuro; de allí el inusual consenso alcanzado. Su contenido sustentado en 135 Clausulas, se encuentra debidamente organizadas en 10 Capítulos. La promoción y defensa de la solidaridad, la inclusión, la valoración y respeto a la diversidad, la tolerancia y la paz adentro y afuera de los espacios universitarios representan políticas aceptadas y asumidas como indispensables para el logro de los objetivos pequeños y grandes, necesarios para el andar hacia lo trascendental que todos y todas perseguimos.

El Proyecto de la Segunda Convención Colectiva se diseñó bajo un criterio integral y no meramente particular, como sucedió en las mayorías de las Convenciones pretéritas. El marco legal acordado contiene importantes derechos políticos, sociales y de las familias, culturales y educativos, económicos e indígenas, que sólo un país como el nuestro puede acordar, a pesar de estar constantemente sometido al ataque de los enemigos de la vida y de la inclusión, de la democracia y el respeto a la diversidad, de la independencia y del respeto a la dignidad de todos y de todos. Se demostró, una vez más, que la barbarie que promueve la oligarquía y el imperio no frena el empeño de los pueblos, cuando así lo quieren, por construir civilización.

En esta oportunidad la II Convención Colectiva no centra su atención sólo en el aspecto salarial, situación está que no subestima ni le resta importancia, como ocurrió en pasadas discusiones. En esta ocasión se elaboró una propuesta que supera el reduccionismo y une las partes con el todo, no obvia lo urgente de lo
esencial, abandona el punto de vista mutilado que por ceguera o falsas ilusiones se imponen más por razones cortoplacistas y politiqueras para arrancar aplausos y crear expectativas incumplibles.

La II Convención Colectiva reconoce la multiplicidad en la unidad y la unidad en la multiplicidad. Los fraguadores de la propuesta comprendieron, a pesar de la diversidad de criterios disimiles que la vidano se reduce al factor salarial, sin que por ello se le subestime, sino que hay otro conjunto de necesidades apremiantes a atender con urgencia en un sector de los trabajadores y trabajadoras universitarios; que el Estado venezolano puede facilitar su solución sin que por ello fortalezcamos la noción paternalista que tanto daño ha hecho a la sociedad, como lo son: vivienda, salud, recreación y turismo, becas, la edificación de plataformas de centros de investigación para el desarrollo tecnifico- científicos en las áreas prioritarias y estratégicas de la nación, entre otras. El acento sobre lo social fue uno de los rasgos sobresalientes, más aun en momentos cuando lo social en los países distintos a nuestro continente suramericano y caribeño, es el sector más atacado y al cual se le ha disminuido ostensiblemente sus derechos.

El mundo real y no de las apariencias expresan esa penosa e infeliz realidad en los conocidos países del centro, como los países europeos, EEUU, sólo para mencionar algunos.

Pertinente decir que por primera vez no se discriminó a ningún sub sector que hace vida laboral en las universidades. El trato igual y equitativo a los docentes, obreros y empleados prevaleció, así se observa en todo el contenido de la Convención. Otro aspecto necesario y obligante a resaltar fue el hecho, inédito en este proyecto de contrato, el trato que se les dio a los jubilados, los pensionados y sobrevivientes. De cenicientas que había sido, pasaron a ocupar un sitial preponderante equiparándoles los beneficios con los activos en aquellas áreas donde la exclusión se vuelve inconstitucional. De allí que la inclusión de este sector universitario, que en época pretérita dieron lo mejor de sí por la universidad y el país, se le haya reconocido su incuestionable mérito y esa es otra de las notas resaltantes, que hacen de la II Convención Colectiva atractiva para los ojos que están afuera de las fronteras de la universidades.

Razones de espacio impiden hacer un señalamiento pormenorizado. Hacer la lectura del instrumento expuesto no sólo es una obligación sino un derecho. En la página Web del Frente Universitario Socialista (FUS) se puede leer, invitamos su lectura y difusión.

El Presidente Pueblo y Obrero Nicolás Maduro, socialista, chavista, integracionista, anticapitalista y anti imperialista, colocó a la educación universitaria en un sitial de honordada la importancia que tiene en la construcción de la Venezuela libre de los maleficios económicos, sociales, políticos y culturales que corroen al mundo, como consecuencia de las políticas neoliberales y del capitalismo salvaje, que quienes se sienten los amos del mundo imponen y por desgracia, en nuestro país, hay unos pocos, que le hacen la comparsa.

El FUS se une al regocijo que tienen los trabajadores y trabajadoras universitarias, los pensionados, jubilados y sobrevivientes. Sólo en socialismo una Convención Colectiva como la consignada ante el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo puede suceder. Con Chávez y Maduro, Patria y Socialismo.

Así lo dice y lo difunde el F.U.S. Táchira, a los veintiocho días del mes de abril de dos mil quince.

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