Prensa FUS Táchira
Con una marcha que se realizó el martes 25 de agosto desde el parque Murachí hasta la sede del Consulado de Colombia en San Cristóbal, capital del estado Táchira, representantes del Frente Universitario Socialista (FUS Táchira) acompañados del pueblo, entregaron al ciudadano cónsul, una carta abierta dirigida al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, donde piden la revisión y modificación de las normativas legales que protegen el régimen de los cambios internacionales en la frontera.
En ese sentido, Italo Cortes, Ivan Marquez, Freddy Contreras, Carlos Marrero, Vilma Valderrama y otros firmantes del documento, señalan que esta normativa se ha convertido en el principal "Caballo de Troya" contra los altos intereses de las dos naciones.
Explicaron que estas normativas son la excusa legal con la cual las mafias económicas que operan en ambos lados de la frontera, se amparan para realizar operaciones financieras especulativas, dañinas para las dos economías.
"Es imperativo sincerar el valor real del Bolívar y del Peso colombiano, bajo los principios de equidad y reciprocidad, para que la dinámica económica de la frontera colombo-venezolana se desarrolle con normalidad y desaparezca la grave distorsión que hoy nos aqueja y simultáneamente enriquece y fortalece a las mafias que operan en Cúcuta alrededor del mercado cambiario", puntualizaron.
A continuación texto completo de la carta abierta al presidente de Colombia Juan Manuel Santos
Ciudadano
Dr. JUAN MANUEL SANTOS
Presidente de la República de Colombia
De su consideración.
Atención: Cónsul de Colombia en
San Cristóbal, Estado Táchira
Con el mayor espíritu de buena vecindad, hermandad, solidaridad y respeto, le saludamos desde la Patria Bolivariana y le manifestamos públicamente la preocupación que nos embarga por la situación que se vive en la frontera colombo venezolana, derivada de la guerra económica de la cual es víctima el Estado venezolano y su elemento vivo, el Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela.
Como es bien sabida por la comunidad internacional, desde 1999 la Patria de Bolívar y Chávez ha sido atacada sin misericordia. Bajo diferentes modalidades, los enemigos del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia que prescribe nuestra Constitución, han pretendido liquidar el modelo de Democracia Participativa y Protagónica que el Pueblo venezolano construye a diario, y en los últimos tiempos, esos mismos enemigos están empeñados en destruir nuestro país con una guerra económica que afecta seriamente el patrimonio y las esperanzas de dos pueblos.
En todas estas operaciones de conspiración y asonadas contra Venezuela, se ha tomado lamentablemente al territorio de Colombia, como base de operaciones de los enemigos, nacionales y extranjeros del pueblo venezolano y de bandas criminales que operan en la frontera.
Es bien conocido por usted, señor Presidente, que entre los protagonistas y actores anti venezolanos se encuentran importantes figuras de la vida política, social y económica de Colombia, que en el pasado reciente y desde las más altas instituciones del Poder Público, conspiraron abiertamente contra Venezuela y lo siguen haciendo, ahora desde otros espacios de la vida pública nacional e internacional.
No queremos recordar los múltiples episodios y acciones paramilitares, terroristas y políticas que han sido orquestadas contra Venezuela, sino que vamos a referirnos exclusivamente a la guerra económica.
Destacados actores y protagonistas económicos actúan impunemente desde territorio colombiano contra Venezuela y lo más grave: lo hacen al amparo del Estado de Derecho colombiano, desangrando la economía, creando zozobra y desasosiego por la especulación, el acaparamiento y el desabastecimiento, generados por el contrabando y obviamente, causando inconvenientes tensiones entre nuestros Estados, lo cual mina las necesarias relaciones de hermandad y buena vecindad.
Es así como se explica la operación económica y política contra Venezuela, abordada desde hace más de 2 años por las casas de cambio y los operadores cambiarios de Cúcuta -denominados en la norma Colombiana "Sociedades de intermediación cambiaria" y "Profesionales de compra y venta de divisas"- conjuntamente con agentes políticos anti venezolanos que operan desde Colombia y los Estados Unidos de Norteamérica y que tienen en la empresa Dólar Today su cara visible.
Dicha operación económica y política, legalmente cubierta por el Estado de Derecho colombiano, distorsiona la cotización del verdadero valor del Bolívar, (238 Pesos/Bolívar), situándolo en los 4.8 Pesos/Bolívar que bajo la normativa de la Resolución Externa N° 8 del 5 de mayo de 2000 del Banco de la República de Colombia, es fijado por las mencionadas "Sociedades de intermediación cambiaria" (casas de cambio) y los "Profesionales de compra y venta de divisas", bajo el amparo de una ficticia "oferta y demanda" prescrita por dicha la Resolución.
Esta operación económica y política ha depauperado el valor del Bolívar en la frontera en relación a nuestros productos y ha impuesto un valor escandalosamente delictivo del Dólar norteamericano. Tal situación ha fomentado masivamente el contrabando de gasolina y productos venezolanos de todo género, principalmente alimentos subsidiados y de precio regulado en Venezuela, cuyo valor monetario se ha convertido en el principal atractivo para la aparición de innumerables bandas de contrabandistas, "bacrim", que trafican con nuestros productos y para que decenas de miles y miles de personas, venezolanas y colombianas, denominadas popularmente como "bachaqueros", crucen a diario la frontera para vender y comprar todo tipo de productos venezolanos, causando como ya se dijo, desabastecimiento, especulación, carestía y malestar de los pueblos en ambos lados de la frontera..
Por los hechos antes narrados, públicos y notorios, vale decir conocidos por todos, los habitantes de la frontera en Venezuela y más allá de ella, somos víctimas de las consecuencias nefastas que azotan la economía venezolana haciéndola "chirriar" como es la pretensión confesa del centro mundial de poder que los orienta, que no es otro que los gobiernos imperiales, las empresas transnacionales y el terrorismo financiero.
La situación crítica que vive el pueblo venezolano, pudiera cambiar si el gobierno de Colombia reafirma los principios de autodeterminación, integración, equidad, reciprocidad y conveniencia nacional establecidos en la Constitución Política de Colombia y de igual forma los principios de hermandad, buena vecindad y solidaridad que deben privar en los pueblos y gobiernos de dos Estados vinculados eternamente, como es el caso de los nuestros.
En tal sentido, el gobierno de Colombia debe -en acato de los antes referidos principios- revisar y modificar la normativa que ampara estos hechos, a todas luces delictivas para el ordenamiento jurídico venezolano, contrario a las prescripciones del Derecho Público Internacional y lesivo a las relaciones de buena vecindad que nos obligan.
Por lo antes expuesto, señor Presidente, solicitamos del gobierno de Colombia la revisión y modificación de las normativas legales colombianas que en estos momentos protege el régimen de los cambios internacionales en la frontera, principal "Caballo de Troya" contra los más altos intereses de nuestras naciones.
Estas normativas son la excusa legal con la cual las mafias económicas que operan en ambos lados de la frontera, se amparan para realizar operaciones financieras especulativas, dañinas para las dos economías. Es imperativo sincerar el valor real del Bolívar y del Peso colombiano, bajo los principios de equidad y reciprocidad, para que la dinámica económica de la frontera colombo-venezolana se desarrolle con normalidad y desaparezca la grave distorsión que hoy nos aqueja y simultáneamente enriquece y fortalece a las mafias que operan en Cúcuta alrededor del mercado cambiario.
"Seguramente la unión es la que nos hace falta para completar la obra de nuestra regeneración…" Simón Bolívar. Carta de Jamaica, Kingston 6 de septiembre de 1815.
Por la paz, la hermandad y la reciprocidad